viernes, 3 de mayo de 2013

Nos echaron del paraíso.


 “Lo que nos distingue de los animales es la memoria de nuestros errores". José  Ortega y Gasset

Partiendo de la premisa que nuestra cultura-sociedad padece de Alzheimer colectivo y seguramente estos incidentes ya están en el olvido. Contare una historia como la recuerdo, como la viví, para dejar evidencia de lo sucedido y no levantar mitos y héroes donde  solo habitaban fantasmas.


En el año 1983 nos comunican el deseo de renovación curricular del Departamento de Educación en el  Programa de Bellas Artes, utilizando a San Juan  para su proyecto piloto. El concepto innovador era integrar las tres escuela especializadas  de la Región de San Juan (Ballet: Escuela Julián Blanco, Teatro: Escuela José Julián Acosta y Artes Visuales: Escuela Lucchetti) en un solo edificio, la Escuela Superior Central. Con tres  directores y cada especialidad tendría un piso asignado en el edificio. El primer piso es de artes visuales, el segundo piso de teatro y el tercer piso de ballet. Una idea excelente, unir en un solo espacio las artes creativas del ser humano. De esta manera volveríamos a tener una matrícula homogénea en intereses y sensibilidad. Nos ofrecían la continuación del Edén en otro espacio, seria la continuación del paraíso Luchettiano. No se proyectó incluir la Escuela Libre de Música al estar cobijada por una ley diferente y tener en ese momento un edificio renovado.


Pero, a Eva, no le gusto este proyecto. Se cuenta que en el 1983, una Eva de alta jerarquía escolar se comió una manzana y fuimos despojados del edén-lucchetiano.  Algo transformo su deber educativo-artístico, a un  deseo de poder absoluto con líneas de terror, discrimen, exigencias y demandas. Yo  me convertí en Adán y me expulsaron también. Hoy lo medito y comprendo que yo no participé de ese pecado y trato de comprender el porqué. Todo aquello que un día fue un paraíso paradisiaco se cambio y nos  localizan en un falso paraíso centralino.

La Escuela Luchetti, para el año 1982 tenía una matrícula de alrededor de 295 estudiantes. En el año escolar 1983-84 aumenta a 645, y el próximo año escolar 1984-85, la población escolar es 940 estudiantes. Parecíamos sardinas en lata, en un espacio de hacinamiento, dificultades de organización, programas y materias que no se podían dar por el maestro a cargo. El último año en la Escuela Luchetti nos lo convirtieron en un infierno. Con un solo propósito, ocupar en su totalidad el edificio de la Central. Una diferencia de 645 estudiantes. Lo cual significa un aumento aproximado de 320% en tres años. ¿Qué fórmula, hechizo o milagro se gestiono en este paraíso para que se multiplicara desmedidamente la matrícula? ¿Dónde quedo el proceso de admisión de estudiantes a la escuela por medio de unas pruebas artísticas  y entrevista? ¿Por qué se cambio la norma que se aceptaran estudiantes de nuevo ingreso solo en los grados séptimos y décimo? ¿Cómo se altero la disposición donde se especifica que la selección de alumnos de nuevo ingreso se determinara a base de los recursos humanos y de la planta física disponible en la escuela? ¿Qué se ocultaba detrás de este acto? ¿Cuáles fueron las ganancias, y para quién?  Según la mitología judeocristiana, Eva comió un fruto prohibido del árbol del conocimiento y por ello fue expulsada, junto a Adán, del paraíso. Se trataba de mantener la jerarquía absoluta y escalar en rango, no de fomentar la sensibilidad, la creatividad y los valores éticos y estéticos.

En enero de 1985  trasladan solamente a la Escuela Luchetti al edificio de la Central High. Edificio que según los comunicados de prensa  fue remodelado con una “gran inversión de dinero de fondos estatales y federales”, alrededor de $500,000. Falso, solamente le pintaron la fachada, colocaron pisos de madera en el tercer piso para las clases de ballet, pintaron las persianas miami existentes para dar la sensación de nuevas y colocaron las ventanas de madera y cristal de la fachada que da a la Ave. Ponce de León.

No se hizo nada en el teatro, el gimnasio, el  techo de tejas a dos aguas que tiene un ático con plafón de más de 8 pies de altura lleno de comején y murciélagos. No arreglaron las filtraciones y hongo en el techo, ni la pésima iluminación y ventilación en los salones y pasillos. Ignoraron las escaleras  deterioradas y rotas. No construyeron rampas para el uso de personas con impedimentos, ni elevadores para cumplir con la Ley ADA. No se instalo una nueva fuente de energía para cumplir con los requisitos del National Electric Safety. No se instalaron bombas de agua para satisfacer las necesidades de agua en los talleres y baños de la escuela. No se cumplieron con los códigos de fuego y seguridad.  El famoso jardín paisajista frente a la fachada principal, tan anunciado en los medios de comunicación, que habían diseñado y contratado, no se hizo. En fin nos trasladaron a una escuela que se remodelo aproximadamente un 20%  solamente.

A partir de 1976 se le considera monumento histórico en Puerto Rico y en 1987 en el National Register Of Historic Place de E.U.  El nombre oficial y verdadero de la escuela desde 1988 es Escuela Central de Bellas Artes.

Yo… continúe con mi misión educativa en las artes visuales, y como dijo Violadores Del Verso en la canción, Máximo exponente: “si veis mi huella y huele a paraíso...  es porque estuve allí ayer, pero Eva me echo.”

Sirvan estas líneas para el propósito ulterior de este blog, servir de guía a los nuevos maestros de las artes visuales y los futuros artistas.

Recuerden que UN BLOG SE NUTRE DE SUS COMENTARIOS. Gracias, por los comentarios que me enviaron a mi e-mail, pero agradeceré se realicen en la zona de comentarios  al final de la página. El que desee que su nombre o imagen artística sea eliminado favor de solicitarlo en los comentarios.