“Lo que
nos distingue de los animales es la memoria de nuestros errores".
José Ortega y Gasset
Partiendo de la premisa que nuestra cultura-sociedad padece de Alzheimer
colectivo y seguramente estos incidentes ya están en el olvido. Contare una
historia como la recuerdo, como la viví, para dejar evidencia de lo sucedido y
no levantar mitos y héroes donde solo
habitaban fantasmas.
En el año 1983 nos comunican el deseo
de renovación curricular del Departamento de Educación en el Programa de Bellas Artes, utilizando a San
Juan para su proyecto piloto. El
concepto innovador era integrar las tres escuela especializadas de la Región de San Juan (Ballet: Escuela Julián
Blanco, Teatro: Escuela José Julián Acosta y Artes Visuales: Escuela Lucchetti)
en un solo edificio, la Escuela Superior Central. Con tres directores y cada especialidad tendría un
piso asignado en el edificio. El primer piso es de artes visuales, el segundo
piso de teatro y el tercer piso de ballet. Una idea excelente, unir en un solo
espacio las artes creativas del ser humano. De esta manera volveríamos a tener
una matrícula homogénea en intereses y sensibilidad. Nos ofrecían la
continuación del Edén en otro espacio, seria la continuación del paraíso
Luchettiano. No se proyectó incluir la Escuela Libre de Música al estar
cobijada por una ley diferente y tener en ese momento un edificio renovado.
Pero, a Eva, no le gusto este proyecto. Se cuenta que en el 1983, una Eva de alta jerarquía escolar se comió una manzana y fuimos despojados del edén-lucchetiano. Algo transformo su deber educativo-artístico, a un deseo de poder absoluto con líneas de terror, discrimen, exigencias y demandas. Yo me convertí en Adán y me expulsaron también. Hoy lo medito y comprendo que yo no participé de ese pecado y trato de comprender el porqué. Todo aquello que un día fue un paraíso paradisiaco se cambio y nos localizan en un falso paraíso centralino.
La Escuela Luchetti, para el año 1982 tenía una matrícula de alrededor de
295 estudiantes. En el año escolar 1983-84 aumenta a 645, y el próximo año
escolar 1984-85, la población escolar es 940 estudiantes. Parecíamos sardinas
en lata, en un espacio de hacinamiento, dificultades de organización, programas
y materias que no se podían dar por el maestro a cargo. El último año en la
Escuela Luchetti nos lo convirtieron en un infierno. Con un solo propósito,
ocupar en su totalidad el edificio de la Central. Una diferencia de 645
estudiantes. Lo cual significa un aumento aproximado de 320% en tres años. ¿Qué fórmula,
hechizo o milagro se gestiono en este paraíso para que se multiplicara desmedidamente
la matrícula? ¿Dónde quedo el proceso de admisión de estudiantes a la escuela
por medio de unas pruebas artísticas y
entrevista? ¿Por qué se cambio la norma que se aceptaran estudiantes de nuevo
ingreso solo en los grados séptimos y décimo? ¿Cómo se altero la disposición
donde se especifica que la selección de alumnos de nuevo ingreso se determinara
a base de los recursos humanos y de la planta física disponible en la escuela?
¿Qué se ocultaba detrás de este acto? ¿Cuáles fueron las ganancias, y para quién? Según la mitología judeocristiana, Eva comió un fruto prohibido del árbol del conocimiento y por ello
fue expulsada, junto a Adán, del paraíso. Se trataba de
mantener la jerarquía absoluta y escalar en rango, no de fomentar la sensibilidad,
la creatividad y los valores éticos y estéticos.
En enero de 1985 trasladan solamente a la Escuela Luchetti al
edificio de la Central High. Edificio que según los comunicados de prensa fue remodelado con una “gran inversión de
dinero de fondos estatales y federales”, alrededor de $500,000. Falso,
solamente le pintaron la fachada, colocaron pisos de madera en el tercer piso
para las clases de ballet, pintaron las persianas miami existentes para dar la
sensación de nuevas y colocaron las ventanas de madera y cristal de la fachada
que da a la Ave. Ponce de León.
No se hizo nada en el teatro, el
gimnasio, el techo de tejas a dos aguas
que tiene un ático con plafón de más de 8 pies de altura lleno de comején y
murciélagos. No arreglaron las filtraciones y hongo en el techo, ni la pésima
iluminación y ventilación en los salones y pasillos. Ignoraron las escaleras deterioradas y rotas. No construyeron rampas
para el uso de personas con impedimentos, ni elevadores para cumplir con la Ley
ADA. No se instalo una nueva fuente de energía para cumplir con los requisitos
del National Electric Safety. No se instalaron bombas de agua para satisfacer
las necesidades de agua en los talleres y baños de la escuela. No se cumplieron
con los códigos de fuego y seguridad. El
famoso jardín paisajista frente a la fachada principal, tan anunciado en los
medios de comunicación, que habían diseñado y contratado, no se hizo. En fin
nos trasladaron a una escuela que se remodelo aproximadamente un 20% solamente.
A partir de 1976 se le considera monumento histórico en Puerto Rico y en
1987 en el National Register Of Historic Place de E.U. El nombre oficial y verdadero de la escuela
desde 1988 es Escuela Central de Bellas Artes.
Yo… continúe con mi misión educativa en las artes visuales, y como dijo
Violadores Del Verso en la canción, Máximo exponente:
“si veis mi huella y huele a paraíso... es porque estuve
allí ayer, pero Eva me echo.”
Sirvan estas
líneas para el propósito
ulterior de este blog, servir de guía a los nuevos maestros de las artes
visuales y los futuros artistas.
Recuerden
que UN BLOG SE NUTRE DE SUS COMENTARIOS. Gracias,
por los comentarios que me enviaron a mi e-mail, pero agradeceré se realicen en
la zona de comentarios al final de la
página. El que desee que su nombre o imagen artística sea eliminado favor de
solicitarlo en los comentarios.