“Una rebeldía bien dirigida
puede convertirse en una inspiración”.
Recordar
es vivir, es una magia que nos transporta a hechos, sentimientos, penas y
felicidades. Hoy comparto con ustedes un secreto escandaloso, una agonía que se
realizo lentamente y se convirtió
finalmente en “catarsis”. Perder la virginidad.
Les
dejo como testimonio esta historia.
Narrarla me purifica y convierte mis demonios en ángeles. Ustedes evaluaran si fue una aventura épica,
romántica o escandalosa.
La
conspiración comenzó un 2 de junio. Eran las 4:00 de la mañana cuando despierto sobresaltado en
mi habitación, envuelto en sabanas que estaban sudadas y perfumadas con salitre
de inconformidad. Gaudí Montiel, mi fiel gato se mueve un poco, murmura algo en
lengua hermética, me mira y se vuelve a dormir. La invasión comenzó, las
sombras acromáticas se acomodaban en fila india, una a una alrededor de mi
cama. Murmuraban un rezo indescifrable pero melodioso. Eran las mensajeras del oráculo. Presagiaban que
algo cambiaria mi vida para siempre. Quede translucido y pálido ante mi
realidad onírica.
A las 6:05 am recibo un mensaje por correo
electrónico de una amiga, que me sugiere hacer una publicación en la
computadora (blog). El reto estaba lanzado.
No
sé en qué momento paso, pero me había convertido en arcaico y medieval en los
medios modernos de comunicación. Yo, que aún poseo una maquinilla de escribir
de 1950, que parece que estoy picando maíz cuando escribo. Acostumbrado a dar charlas, primero con el
proyector opaco y luego con el proyector de diapositivas. Con un arsenal de
diapositivas e imágenes en acetato, como memorabilia de un pasado costoso.
¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo?
¿Quién
me diría que hoy no es necesario tener una biblioteca de libros de arte, viajar
a diferentes museos por el mundo, comprar por catalogo, solicitar permisos
especiales para retratar pinturas, documentos y graficas? Ahora todo está en
las manos del matrimonio más inteligentes del mundo, la señora Google y señor
Wilkipedia. ¡Mi Dios! y lo más
importante, es gratis, gratis... Ya no hay revelado costoso, imágenes en tonos
tierra y opacos, almacenamiento en cajas
de carruseles y diapositivas. Ahora todo está en la capacidad del individuo de
conocer y domesticar todos los instrumentos que la tecnología le ofrece.
Pero,
demos marcha atrás, a mi realidad onírica. La confusión me cegaba como un
vértigo de imágenes, Pensé, tendré que sacrificar varias obras de arte, tendré
que besar varios… alimentare la mente de algún… quien me tendera la mano antes
de lanzarme al abismo. ¿Cómo lo hago? Decido realizarlo a la antigua, por medio
de la educación y el compromiso.
Primero me di a la tarea de conseguir un sitio
en internet para escribir un blog. Pero este debe tener unos requisitos, que
sea gratis y con instrucciones para “dummies”. En esa búsqueda lo encontré,
decidí conquistarlo, le obsequie tres docenas de rosas, chocolate y un buen
vino y él accedió. Hoy adoro a “Blogger”, por tener esas cualidades. Próximo
paso, comprar el equipo mínimo e indispensable. Cuando vi ese scanner fue un flechazo de amor electrónico “alla
prima”. Me habló de sus bondades, me prometió fidelidad y exactitud y que
podría querer y mantener mi memorabilia polvorienta, educarla y renovar mis
recuerdos amarillentos, mis fotos grises y rotas, mi documentación de hechos
históricos e íntimos en imágenes de color.
Me apodere de él y me convertí en un esposo celoso, por esta máquina
milagrosa que lo hace casi todo. Pero,
me contó su secreto, “no hago milagros sólo copio realidades”.
Pero
el amor sigue creciendo, comienzo a cortejar al señor “Photoshop”. ¿Por qué no?
Estamos en el siglo XXI. Este era más intenso y creativo que el anterior. Me da
muchos problemas y aún no lo entiendo completamente. El me dice que soy el
“dummies” mas terco que ha conocido, que arañe menos y difumine mas, pero entre
pleito y pleito hay unos remansos de paz que satisfacen la imagen. ¿Será amor
lo que sus palabras expresan? Mientras sigo eliminando arrugas y resaltando los
colores de las fotos. Descubrí en sus brazos un nuevo mundo, lleno de iconos
que no hacían mi voluntad, con instrucciones en lengua extranjera y borrar imágenes
completas por tocar un botón ajeno. Me di cuenta nuevamente de mi vergonzosa e
inocente ignorancia.
Comienza la tarea de educarme y capacitarme
con las nuevas herramientas en un constante “prueba y error”. Aumenté mi
vocabulario y ahora sé que no es una palabra soez, el bajar los pixeles. Ahora
puedo confundir al decirle a un espectador, “estas mas pixead@ que una foto”.
Esto
sin mencionar que tuve que reeducarme en la escritura de una narrativa
interesante y amena. Bajando la voz en los escritos para no ser tan Cruz-Díaz.
Educación, siempre educación. Aquí no
hubo mecenas, ni celestina, ésta la aprendí en la universidad, solo tenia que
refinarla. Nada le gana a los libros. Sólo basto con acariciar totalmente mi
cerebro, el lado izquierdo y el derecho
y consentirlos en sus imprudencias.
Pasemos
al diseño de la página, organizar y relacionar el texto y la imagen como un
todo. Buscar la armonía estética y que sea legible. En este nuevo reto, no
puedo bajar mis niveles de calidad y competencia. Siempre estoy en lucha
conmigo para lograr este propósito, ofrecer lo mejor según mis capacidades.
Vuelvo
a estar perdido, confuso y con vértigo en mi realidad onírica. Ahora tengo que conquistar a la señorita “Kizoa”
para que me brinde sus servicios de compañía gratis. Después de tres noches y
sus madrugadas entre besos y “cordiales” la dominé. En las publicaciones
anteriores: Decorativo, ¿Casualidad o causalidad? y El proceso creativo de
Cruz-Díaz se adiciona gracias a Kizoa unas
presentaciones de despliegue de fotos animadas.
Ahora
me dicen que hay una “nube” para recoger mis documentos, yo que pensaba que
ella solo almacenaba agua. Todo cambia tan rápido que me convierto en “dummies”
continuamente.
Hoy,
un año después de prueba y error, de
aprendizaje, de aceptación, de conceptualización, reconozco que me he divertido
y reído de mi mismo. Recordé, visualicé, soñé en tiempo y espacio de mis años
desde 1976 hasta 1989. Lo grato y lo amargo. Esas pequeñas arrugas del corazón,
que poco a poco he ido “planchando” para llamarme un sobreviviente.
Es
bueno retomar este párrafo de mi primera publicación del blog, “Escribo este Diario Cromático, a manera de un portafolio
que va a recopilar datos e imágenes que me persiguen y acompañan durante toda
mi vida y dan como resultado la creación artística. En éste encontraran mis ideas, recuerdos,
temores y pasiones, acompañados de mis
dibujos, pinturas, cerámicas, mosaicos, fotografías y poemas. Un espacio
a las citas de color y al aprendizaje. Daré unas pincelas cargadas de pigmentos
a los temas que soy
susceptible: Arte, Educación, Pasión, Cultura, Sociedad, y todas las cosas que
amo, pero también a las que odio”.
Este
mes, agosto 2013, celebro mi primer aniversario y casi lo considero como
un quinceañero por ser la decimoquinta
publicación. Repito, “recordar es
vivir”. Los invito a esa magia a través de los antiguos títulos publicados:
1- Comienzo a
escribir imágenes.
2- Me llamaban
diablo…
3- Así me cobraron
la novatada…
4- Solo el que
tiene “algo que decir…
5- La inspiración
no baja del cielo.
6- De sentirme
angustiado, acosado, abandonado, avergonzado…
7- Mi currículo de
dibujo y pintura para décimo grado.
8- Decorativo.
9- ¿Casualidad o
causalidad?
10- El proceso
creativo de Cruz-Díaz.
11- Calidad
cromática.
12- Nos echaron del
paraíso.
13- Desenterrando
elefantes: La rebelión de las masas.
14- Altar
puertorriqueño.
Sirva
este como testimonio de cómo perdí mi
virginidad. Aceptarla me costó perder mi inocencia y la aceptación de mi
ignorancia total ante la tecnología del siglo XXI. Hoy, confieso que la amo intensa y
apasionadamente y es como el arte, un proceso de aprendizaje continuo y
creativo. Esta vez lo grito con voz de trueno. Es simple perdí la virginidad
con todos y cada uno de los elementos y herramientas que me conducen a la
creación de este blog. ¿Cuál es el
secreto escandaloso? Somos un harem feliz.
La
historia continuará…